Esa mano... que frágil como los pétalos de una rosa puede regalar una caricia o convertirse en paladín de justicia con la espada ígnea de la verdad.
Esa mano... que envuelta en el manto de la soledad, levantada, resume valentía ante la adversidad.
Esa mano... que como una pequeña semilla se convierte con paciencia en árbol de esperanza y alberque de seguridad para los desprotegidos.
Esa mano... que unida a millones son el mundo, la sonrisa de la gente y la fuerza de la razón.
Esa mano... esa mano es la luz, es la inteligencia, es el júbilo contenido y secreto guardado en el arcón rojo del pecho humano.
Esa mano... es la mano de un hombre. Un hombre bien hombre.
Me gusto mucho este, escrito, veo que tenes la mente muy bien iluminada. Gracias, por abrir los ojos de hombres y mujeres.
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